Relatos de Aldo Mazzoni
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También los lavaderos fueron buenos clientes, pero en ese caso se usaban las hermanas mayores de la cocina Primus, llamadas número 2 y número 3 (1).
El tamaño 1 (2) fue, por lo demás, el más vendido, sin competencia.
Los indios de Sudamérica que eran nómadas en su modo de vida, y a menudo se les veía en los caminos con grandes atados en sus espaldas, entre los que colgaba un Primus, pero en este caso era del tipo desarmable. Se ahorraba la mitad de espacio, si al transportarlo se le quitaban las patas y la rejilla, que se ponían separadas en un mismo atado.
Una imagen que bien vale para el libro de la historia, puede ser la del comercio fronterizo entre Perú y Bolivia, en el lago Titicaca. La ciudad se llama Puno, del lado peruano y un puente sobre un estrecho une a ambos países y la frontera corre por el medio del puente. A mediados de los 60, las pésimas finanzas bolivianas produjeron el cierre de la importación, entre otros productos, cocinas de queroseno, pero estaba permitido a los particulares atravesar el puente hasta el lado peruano y regresar con bolsos bien llenos, que entre otras cosas, incluían una cocina Primus, ya que mas de una no se permitía. La filial de entonces de Bahco - Primus, había descubierto esa brecha hacia Bolivia, y se creó un sistema para la continua provisión de los revendedores locales en Puno.